El liceo afortunadamente pasó casi volando y tuve la oportunidad de intercambiar números con Alex y Becky, unos minutos antes de que mamá pasara a buscarme. Era el primer día. Era lógico que el instinto sobre protector de mi madre la impulsara a ir a buscarme.
- ¿Quieres ir al centro comercial? Es una buena oportunidad para conocer un poco mas la ciudad. De paso, puedo hacer las compras para la casa y si encontras algo lindo y recién empezó el mes te lo puedo comprar.
Es verdad, es una buena oportunidad de conocer aunque sea un poquito mas. Y lo de que me comprara algo también era tentador.
Me guiñó el ojo y yo reí. Acepté su oferta.
Yo miraba atentamente la ciudad, vacilando como siempre cuando sentí el tono de mensajes de mi celular. Levanté mi mochila del piso del auto y lo busqué en el bolsillo pequeño. Era un mensaje de Alex: Espero que seamos buenos amigos (:
Eso era todo lo que decía. Yo lo respondí:
Sip, yo también lo espero. Es más, estoy casi segura. ¡Nos vemos mañana!
El mensaje se envió.
Por la ventana pude ver un montón de autos estacionados, supuse que era el estacionamiento del centro comercial. Bajamos del auto y luego entramos. Todo era de unas proporciones grandes y habían muchas tiendas, en las cuales predominaban las de ropa. En un momento, mientras observaba todo vi una tienda que llamó mi atención. Estaba llena de vestidos de fiesta. Le pregunte a mi madre si podíamos entrar y ella asintió con la cabeza.
Se podría decir que en esa tienda todo brillaba, literalmente...casi todo tenía lentejuelas o algún otro tipo de brillo. Enseguida me busqué alguno que llamara mi atención.
- Necesitas uno, dentro de poco tendremos una cena con el jefe de tu padre y los que tenés te quedan chicos.
No había nada más aburrido que las cenas con el jefe de mi padre. Lo único que hacían era charlar sobre las ganancias de la empresa y cosas por el estilo. No me gustaban para nada, pero siempre estaba obligada a ir. Nunca entendí por que.
Encontré un vestido que me gustó. Era strapless, con algunos volados dorados abajo. Mamá decidió comprármelo con su tarjeta de crédito. La sociedad era algo materialista. Lo digo por muchas cosas, pero ¿Por qué tenia que ir con un vestido? Era solo una cena, ¿No podía ir con jeans y alguna remera que me gustara? La respuesta era no, porque era una cena formal.
Se podía decir que la nueva ciudad no era tan mala como había creído hace unos días. Recorrimos el centro comercial por unas horas más, en las cuales compramos los útiles que me faltaban para el liceo, hicimos las compras para la casa, etc.
Luego de eso íbamos camino a una tienda, cuando vi pasar a alguien, que me pareció familiar, como si ya la hubiera visto, o hablado con ella. Era alta, tenía ojos marrones y pelo marrón enrulado. La observé unos segundos hasta que pasó junto a mí, no logré descifrar quien era. Creo que no me vio. Igual la posibilidad de que lo que pensaba fuera acertado eran muy pocas, estaba en otra ciudad, no conocía a nadie.
Tres horas después...
Uff...¡Al fin había llegado a mi casa!
Abrí la puerta de mi cuarto, me saqué los zapatos sin desatarme los cordones. Estos quedaron desparramados en el piso de mi cuarto y me tiré sobre mi cama en un intento desesperado por descansar. Sentí la suave textura de uno de mis almohadones, luego miré al techo, mirando a la nada.
Era tan increíble como había pasado ya tanto tiempo, parece que hace tan solo días tenía solamente seis añitos e iba al jardín.
Enseguida de eso llamó mamá pronunciando las dos palabras de siempre: A y comer.
Me levanté de mi cama, me puse mis pantuflas y pantufliando bajé.
Reaccioné cuando ya estaba sentada en la mesa, con la comida en un plato frente a mí.
Durante la cena hablamos de como nos había ido en el día, como nos parecía la ciudad, entre otras cosas.
Después de comer el postre, mamá sugirió seguir desempacando las cosas que nos faltaban, así que cada una se dirigió a su respectiva habitación.
Abrí una de las cajas y me llené de recuerdos. Lindos, divertidos, tristes, todo tipo de acontecimientos muy importantes para mí. Encontré ropa, juguetes de cuando era pequeña, libros, cuadernos…pero nada que me llamara mas la atención que lo que estaba en el fondo…
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