Sí, ya había encontrado fotos, pero ninguna como la que estaba observando. Allí se encontraba una pequeña niña, sonriente, carente de algunos dientes y a su lado una divertida bebé, aplaudiendo sentada en una manta color azul. El cielo se presentaba soleado, con unas pocas nubes, el piso estaba tupido de pasto y finalmente a lo lejos había un gran árbol. Claro, uno pensaría ¿Qué tiene de raro una foto así? Incluso es tierna.
¿Tierna? claro que es tierna, pero yo nunca en mis años de vida la había visto y en la mudanza apareció en una de mis cajas, lo cual es raro, ya que yo misma las empaqué. Mis padres no las tocaron.
Pensé en luego preguntarle a mamá sobre esa foto, pero ya que está tan ocupada decidí dejarlo para el día siguiente.
Estaba realmente exhausta, así que decidí informarme de las materias que tendría mañana, preparé mi mochila y me fui a dormir. Ya en mi cama reflexioné sobre lo que había pasado en los últimos días. No sabía lo que me esperaba en el futuro, pero nadie lo sabe. Y perdida entre mis pensamientos logré dormir.
Al día siguiente...
Desperté con el sonido de mi alarma, la cual fastidiada apagué. Eran las 6.30, cuando me puse el uniforme y bajé a desayunar. Era muy temprano, tanto que apenas podía caminar. Y pensar que así iban a ser todas las mañanas por el resto del año.
Bajé las escaleras un poco mas entusiasmada, ya que los momentos que tendríamos para compartir en esa mañana permitirían que pudiera preguntarle a mamá sobre la foto que había encontrado anoche.
Cuando llegué a la cocina mamá no estaba, así que mientras preparaba el desayuno la esperé.
Caminando cotidianamente llegó, vestida en pijamas y pantuflas. Se sentó, le dí los buenos días y ella igual.
Yo, escondiendo la foto entre mis manos debajo de la mesa pensaba en como preguntárselo. “Mamá, ¿Quiénes son las personas que están en esta foto?”
No, era muy directo
Mostrando la foto: ¿Cómo llego esto a una de mis cajas?
No, aún más directo. Tengo que encontrar la manera de poder preguntarle sin parecer muy interesada. Así que sin pararme de la silla le dije:
- Anoche entre mis cajas, encontré esta foto, pero no soy yo ni nadie que conozca, ¿Quiénes son?
- A ver…- Se acercó a la foto
Noté que sus pupilas se dilataron e incluso sus ojos se abrieron un poco, pero en seguido me habló:
- No sé quienes son, es una foto muy linda, pero no se como habrá llegado hasta una de tus cajas…
- Entiendo, no importa.
Ahí terminó nuestra conversación.
Continué desayunando y cuando terminé tomé mis cosas y despidiéndome de mi madre abrí la puerta para irme al liceo.
En el camino...
Este día mamá tenía una reunión "importante" en el trabajo así que no tenía más opción que ir en ómnibus hasta el liceo.
Estaba confundida por lo que había ocurrido anteriormente...es decir mamá me acababa de decir que no sabía quienes eran y que tampoco tenía idea de como podría haber llegado a una de mis cajas, pero su cara decía otra cosa. Por un segundo llegué a ver un gesto de sorpresa en su cara. Es decir, yo se cuando miente, aunque logró disimularlo muy bien.
Llegué a una esquina, la cual solo estaba a unos metros de mi parada. El semáforo estaba en rojo.
-¡Lola!
Muchas gracias por seguirme, eso es lo primero. las cosas me dijiste son muy bonitas. Y aquí estoy pasándome por tu blog, he leído tu novela y está muy bien, me gusta :)
ResponderEliminarTe sigo vale?
Un beso! :D
Pásate si quieres :)